Ballesta es un gran retratista, un retratista capaz de llevar al lienzo, a la cartulina o al papel con tono firme la temperatura humana de los rostros que pinta, el ingenuo candor de los niños o las expresiones tremendamente populares de tipos de la calle, como la "lotera", " La cigarrera" o la gente del bronce, esas gitanas únicas poniendo al duende cañí su duende estético con un toque personalísimo.(Fausto Botello)